Hasta este punto en la vida de todos, cada paso que damos parece estar planificado. Que si nacemos, vamos al preescolar; luego la primaria, secundaria, universidad. En estos 20 años que aproximadamente pasamos formándonos para el “futuro” casi nunca nos damos cuenta que ese “futuro” está cada vez más cerca y a la vuelta de la esquina.
El presente lo vivimos tan pendientes a lo que vendrá después que hasta podemos olvidarnos de disfrutar de cada momento que nos regala la vida antes de que la gran incertidumbre nos toque la puerta: ¿Qué haré al acabar mis estudios universitarios?
Si bien es cierto que este tirón a la realidad, no les sucede igual a todos, también es cierto que este es causante de las llamadas “crisis existenciales” en muchas personas.
Y entonces nos comenzamos a cuestionar ¿de qué va esto de la “vida profesional”? ¿cómo podemos empezar a relacionar lo que nos gusta verdaderamente con una buena apertura económica?
La verdad es que no hay una sola respuesta a todas estas cuestionantes. Sin embargo, es importante tener al menos un plan de acción para saber enfrentar de alguna forma esta posible crisis.
Si eres de las personas que acaba de culminar la carrera o que está cerca del final de esta etapa, te invito a leer estos consejos que podrían ser útiles para cuando llegue ese momento de tu vida.
1.Haz las paces con la idea de que no todo llega por arte de magia.
Aunque queramos pintar un mundo de flores y colores, la vida no es así. Por lo tanto, hacer un plan para saber por dónde empezar a buscar oportunidades en el mundo laboral es primordial. Crea un listado de empresas en las cuales te gustaría posicionarte, prepara tu CV, realiza cursos o entrenamientos adicionales que aporten a tu hoja de vida. Claro está, este consejo aplica si tus intereses giran en torno a emplearte inmediatamente culmines la carrera.
2.No todos quieren buscar empleo inmediatamente. Y está bien.
Es normal tener el deseo de conocerse más a uno mismo y el mundo que lo rodea antes de comprometerse a trabajar 8 horas diarias. Eso está bien. Solo asegúrate de tener un plan económico para lograr solventar tus necesidades. Busca alternativas que puedas hacer desde tu computadora o celular que puedan generarte algún tipo de ingreso para poder tomarte tu tiempo de gracia.
3. ¿Y si ni siquiera sé lo que quiero?
Nadie está 100% seguro de nada en la vida. Definir nuestro norte no es tarea fácil. Toma una libreta y escribe: Cosas en las que eres bueno/a, cosas que te gustan hacer y continua escribiendo las acciones que debes tomar para hacer lo que te gusta y dedicarte a lo que realmente eres bueno/a. Y recuerda, somos seres humanos cambiantes. Está bien cambiar de parecer y encontrar nuevas pasiones.
A la larga, con cada decisión que tomemos en nuestras vidas, nuevas alternativas irán surgiendo y paso a paso podremos ir encontrando y reafirmando nuestras pasiones, nuestro norte. Es cuestión de plantearnos la meta de ser felices con los caminos que tomemos, sin olvidarnos de que para lograr lo que queremos es necesario trabajar por ello, pues las oportunidades no caen como las hojas en otoño.